Estos perros son fáciles de entrenar, ya que tienen gran disposición para complacer a su amo, por lo que poseen la capacidad de aprender muchas cosas en poco tiempo, rápidamente y sin problemas. Es recomendado un entrenamiento suave y sin castigos, recurriendo a la ayuda de un entrenador de canes profesional. Al igual que con cualquier otra raza, entrenando sin castigos se puede comenzar a partir de los dos meses de edad. El adiestramiento temprano es bastante beneficioso, ya que permite que no se desarrollen vicios de conducta, o bien, que cualquier problema que se esté desarrollando se pueda corregir cuando el perro es aún pequeño y el problema no está arraigado, evitando así que se haga mayor y corrigiéndolo a temprana edad.
Son perros muy dóciles y cariñosos por lo que a la hora de aprender no les suele resultar muy difícil, y pueden llegar a aprender muchas órdenes. De hecho, suelen ser muy utilizados como perros lazarillos para personas no videntes.